En una superficie de trabajo limpia, coloca la harina de trigo, la harina de maíz y la levadura.

Añade la harina de almendra y forma una especie de volcán.

Coloca en el centro la mantequilla en punto pomada, la pizca de sal, los huevos y el azúcar.

Empieza a integrar los ingredientes con las manos hasta que obtengas una mezcla homogénea.

Agrega el licor de almendras y las almendras trituradas en trozos grandes para aportar textura.

Incorpora las semillas de vainilla y mezcla suavemente.

Trabaja la masa con movimientos de cruz, integrando desde el exterior hacia el centro.

Transfiere la mezcla a una bandeja forrada con papel para hornear y presiona suavemente con las manos para compactarla.

Lleva la bandeja al congelador por al menos 4 horas o hasta que la mezcla esté sólida.

Una vez firme, saca la mezcla y córtala en trozos.

Coloca los trozos sobre una rejilla con agujeros de un centímetro y presiónalos para obtener una granulación gruesa.

En un molde de aluminio de 32 cm de diámetro, coloca un círculo de papel de hornear en el fondo.

Distribuye las migas de masa sin presionarlas demasiado.

Precalienta el horno a 170°C y hornea la torta durante 45 minutos o hasta que esté dorada.

Deja enfriar antes de desmoldar y servir.