Derretimos la mantequilla en una sartén amplia.

Añadimos la cebolla y el ajo picados, pochándolos a fuego medio hasta que estén tiernos y ligeramente dorados.

Incorporamos el salami triturado, mezclándolo bien con la cebolla y el ajo para que suelte todo su sabor.

Vertemos el arroz en la sartén y lo tostamos ligeramente durante un par de minutos, removiendo constantemente.

Agregamos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol mientras seguimos removiendo.

Poco a poco, añadimos el caldo vegetal caliente, un cucharón a la vez, asegurándonos de no añadir más hasta que el arroz haya absorbido el líquido anterior.

Continuamos removiendo hasta que el arroz esté cremoso y en su punto de cocción, lo que tomará unos 18-20 minutos.

Retiramos del fuego y añadimos el queso parmesano rallado, mezclando hasta que se derrita completamente y se integre.

Rectificamos el punto de sal y añadimos pimienta negra al gusto.

Dejamos reposar unos minutos antes de servir.