1 Amasa las almendras molidas con el azúcar glas, la ralladura de limón, el huevo batido y el zumo de limón hasta obtener una mezcla homogénea y compacta.
2 Deja reposar la masa de mazapán durante una hora a temperatura ambiente, cubierta con un paño.
3 Para el relleno, mezcla las almendras molidas con el azúcar glas y las yemas de huevo, y amasa hasta obtener una masa uniforme. Si deseas un color más intenso, añade el colorante amarillo en gel.
4 Forma bolitas de 20 gramos con la masa de mazapán, y bolitas de 8 gramos con la masa de yema de almendra.
5 Toma una bolita de mazapán, aplánala ligeramente y coloca en el centro una bolita de relleno. Cierra y da forma ovalada.
6 Repite el proceso con todas las bolitas de mazapán y de relleno, cubriéndolas luego con un paño y dejándolas reposar hasta el día siguiente para que se sequen.
7 Al día siguiente, pinta cada pastelito con yema de huevo para darles un color dorado al hornearse.
8 Precalienta el horno a 200 °C y hornea los pastelitos durante 5-6 minutos, solo hasta que tomen un leve tono dorado.
9 Deja enfriar los pastelitos y pásalos por azúcar glas antes de servir