Comienza picando finamente la cebolla.
En una sartén grande, derrite la mantequilla y agrega la cebolla picada. Pocha a fuego medio hasta que la cebolla esté blanda.
Agrega el pavo en tacos a la sartén con la cebolla y cocina por unos minutos hasta que se dore un poco.
Lava bien las espinacas y añádelas a la sartén. Cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que las espinacas se hayan reducido y estén bien cocidas.
Mientras las espinacas se cocinan, prepara la bechamel. En otra sartén, derrite la mantequilla a fuego medio.
Añade la cucharada de harina a la mantequilla derretida y remueve para formar una pasta. Cocina durante un minuto para eliminar el sabor a harina cruda.
Incorpora la leche poco a poco, sin dejar de remover para evitar grumos. Cocina a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que la salsa espese y adquiera una consistencia cremosa.
Sazona la bechamel con sal y pimienta al gusto.
Mezcla la bechamel con las espinacas y el pavo. Remueve bien para que todos los ingredientes se integren de manera uniforme.
Si vas a hacer una cazuela grande, vierte la mezcla de espinacas y bechamel en una cazuela apta para horno. Si prefieres cazuelitas individuales, distribuye la mezcla entre las cazuelitas.
Haz un pequeño hueco en el centro de cada cazuelita y coloca un huevo en cada uno. Si estás usando una cazuela grande, coloca los huevos sobre la mezcla de espinacas.
Espolvorea el queso rallado sobre los huevos y las espinacas.
Añade los tacos de pavo reservados sobre el queso.
Precalienta el horno a 180 grados centígrados.
Hornea durante 12-15 minutos o hasta que los huevos estén bien cuajados y el queso se haya derretido y dorado ligeramente.
Sirve inmediatamente y disfruta de este delicioso plato.