Los embutidos son saludables

Una cantidad máxima al día aporta beneficios al organismo

Desde el más básico ejemplo de los bocadillos, el embutido es algo que está presente en la dieta diaria. Es un alimento de lo más habitual y uno de los mayores representantes de la gastronomía. El jamón, el chorizo o el lomo son parte de una tradición culinaria que se mantiene en el tiempo. España tiene una variedad de productos cárnicos que son la envidia de cualquiera.

Lo saben bien en El Pozo donde llevan muchos años evolucionando la técnica con cualquier tipo de derivado cárnico; desde el jamón curado en sus distintas variedades al chorizo, pasando por el jamón cocido, el salchichón o el pavo, entre otros. En los supermercados Día, en su apuesta por el sabor y la tradición, se pueden encontrar todas las variedades.

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Una extensa variedad en la alimentación diaria

En España se consumen cada año más de 400.000 toneladas de embutidos. Y es que, en contra de algunas voces que aseguran que no son saludables, la verdad es que si se consumen de manera regular y en su justa medida los embutidos como el jamón son incluso positivos.

Los embutidos nos pueden acompañar desde el desayuno, o ser un tentempié solo, en bocadillo o en sándwich para cualquier momento del día. Es de lo más socorrido y sabroso que hay. Y el embutido está presente desde esos momentos más sencillos del día a día hasta en las mayores celebraciones. Y es que lo que comemos afecta a cómo nos sentimos y el embutido definitivamente nos hace felices.

La alimentación es fundamental para el organismo

En términos de salud, el jamón cocido o la pechuga de pavo son los embutidos que presentan menor contenido en sal y grasas saturadas. En el otro lado, el chorizo es de los embutidos con mayor contenido en grasa. Y los embutidos curados como el jamón tienen una grasa que es saludable, y aquí lo que habría que tener en cuenta es su contenido en sal. Lo que hay que considerar es que cualquier tipo de alimentación ha de complementarse con una dieta sana y equilibrada, y la práctica de ejercicio físico.

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En la salud no existe la magia ni los milagros, de modo que hay que cuidar de la alimentación en general (y esto pasa por escoger alimentos de marcas de confianza), disminuir las bebidas gaseosas y azucaradas, añadir al menú frutas y verduras, reducir los dulces procesados; y sobre todo tener en cuenta que cada edad tiene unas necesidades específicas y que son diferentes en cada etapa. Si bien es cierto que hay que recortar las grasas saturadas en la dieta, lo que se aconseja es no realizar un consumo desmedido en general de ningún tipo de alimento, pero un pequeño aporte en su medida se puede permitir.

En el momento de la compra se ha de mirar, además de la denominación de orígen, la lista de ingredientes para conocer su contenido en cuanto a porcentaje de carne y aditivos; y además hay que tener en cuenta detalles como que si lleva la marca de “extra” es que se trata de un producto de mayor calidad.

Para su mejor conservación hay que considerar que si se compra una pieza entera será mejor que esté en casa en un lugar fresco y seco. Para una mayor tranquilidad y sobre todo comodidad, si se compran los productos ya loncheados se estropearán menos. Solo hay que conservarlos en la nevera y sacarlos un rato antes de consumir, porque si están atemperados mejorará su sabor. Hay un amplio abanico de embutidos que son muy apetecibles y en el supermercado podemos encontrar todas las opciones.

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