Precalienta el horno a 180 °C. Extiende la harina en una bandeja y tuéstala durante 12-15 minutos, removiendo ocasionalmente para un secado uniforme. Retira y deja enfriar.
En una sartén también vamos a tostar la harina de almendra durante el tiempo necesario
Reduce la temperatura del horno a 150 °C y tuesta las almendras crudas con piel. Déjalas enfriar. Tritura ligeramente las almendras tostadas para dar textura a la masa.
Tamiza la harina seca en un bol grande. Añade la manteca de cerdo, el azúcar glas, la almendra en polvo, la canela, el clavo y la ralladura de limón. Más tarde incorporamos las almendras que troceamos toscamente para añadir a la masa.
Amasa la mezcla hasta obtener una masa homogénea. Será quebradiza, pero es normal. Divide porciones y aplástalas con las manos hasta obtener un grosor de 1-2 cm.
Usa un cortapastas para dar forma a los polvorones. Colócalos con cuidado en una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
Hornear a 200 °C durante 12-14 minutos. Vigila que no se quemen. El tiempo exacto dependerá del grosor y del tipo de horno.