Podemos dejar las lentejas en remojo la noche anterior o utilizarlas directamente. Ambas opciones funcionan bien.
Picamos la cebolla y el ajo, y los pochamos en una cazuela con aceite de oliva caliente.
Añadimos los tomates rallados y el vaso de vino blanco. Dejamos que el tomate se sofría lentamente durante unos minutos.
Incorporamos la sobrasada troceada y rehogamos durante otros minutos hasta que se integre bien.
Agregamos las lentejas y las cubrimos con agua. Añadimos sal si es necesario, una hoja de laurel y unos granos de pimienta negra.
Cocinamos a fuego medio hasta que las lentejas estén tiernas, aproximadamente 45 minutos.
Servimos calientes, con un poco de vinagre si lo deseamos.