Precalienta el horno a 200 °C y coloca agua caliente en una bandeja honda para baño María.

En una cacerola, añade la leche, el azúcar, la rama de canela y la vaina de vainilla partida a lo largo. Lleva al fuego y deja que hierva.

Retira del fuego y deja reposar durante al menos una hora para que la leche se infusione bien.

En un bol, mezcla las 6 yemas y los 2 huevos enteros con un batidor hasta que se integren completamente.

Retira la canela y la vainilla de la leche. Calienta ligeramente de nuevo (sin que hierva).

Agrega poco a poco la leche a los huevos, batiendo constantemente para que no se cuajen.

Llena los recipientes individuales con la mezcla y colócalos en la bandeja con agua para hornear al baño María.

Baja la temperatura del horno a 170 °C y hornea durante aproximadamente 1 hora, o hasta que esté cuajado y tenga una costra dorada o negra por encima.

Deja enfriar completamente antes de servir. Se puede refrigerar si se desea más firme y fresca.