Ingredientes
Equipamiento
Elaboración
- Lavamos y secamos bien las fresas, asegurándonos de que no quede humedad para que el chocolate se adhiera correctamente.
- Troceamos el chocolate negro en piezas pequeñas para facilitar su fundido.
- Derretimos el chocolate negro al baño María, removiendo constantemente para evitar que se queme.
- Añadimos un poco de nata al chocolate negro derretido para conseguir una textura más fluida.
- Sumergimos cada fresa en el chocolate negro y las colocamos sobre papel de hornear.
- Refrigeramos las fresas para que el chocolate endurezca rápidamente.
- Fundimos el chocolate blanco en el microondas a intervalos cortos, removiendo cada vez para evitar que se queme.
- Vertemos el chocolate blanco derretido en una manga pastelera y cortamos una pequeña abertura en la punta.
- Decoramos las fresas con finas líneas de chocolate blanco para darles un toque elegante.
- Dejamos que el chocolate blanco cuaje antes de servir y disfrutar.
Nutrición
Notas
Este postre es ideal para cualquier ocasión especial, no solo en San Valentín. Puedes experimentar con diferentes tipos de chocolate y decoraciones para adaptarlo a tu gusto personal. También puedes acompañarlas con frutos secos o ralladura de naranja para darles un toque extra de sabor.