La Serradura es un postre Portugués que descubrí hace ya años en un viaje a Mérida (Extremadura). Es tan fácil, que no hay excusa para no prepararlo, y además no necesita horneado, lo podemos preparar en un momento para sorprender a la familia o invitados. Aquel día en el bar descubrimos un nuevo postre, y bueno, me atreví a pedir la receta al camarero, al cual pillé un poco de sorpresa. Se fue para dentro de la cocina y supongo que estuvo deliberando con la cocinera si era oportuno darme la receta. Al cabo de un rato salió y bueno me dijo más o menos como lo hacían.
Cuando regresamos a casa de aquel viaje no tarde mucho en probar aquel postre delicioso que se ha convertido en un clásico en mi casa y no he dejado de repetir e incluso yo he ideado diferentes variantes, de eso se trata la cocina.
Indagando por internet al final descubres que hay otras versiones y te encuentras con esta delicia en páginas portuguesas, la cerradura Real, el apelativo de Real viene por la yema pastelera que al final se pone por encima como remate final de este postre verdaderamente adictivo. No tenemos excusas para prepararlo y poder disfrutar de esta maravilla culinaria. Conozcamos la receta.
Comenzamos triturando las galletas hasta dejar muy finas, como una especie de harina. Por otro lado montamos la nata que tiene que estar muy fría. Mezclamos a continuación poco a poco con la leche condensada y reservamos.
Mientras tanto preparamos la yema pastelera y ponemos al fuego las yemas de huevo con el azúcar y no dejamos de remover hasta obtener una crema. Procuramos que en ningún momento llegue a hervir. Una vez que tengamos yema pastelera retiramos del fuego y dejamos que se enfríe.
Procedemos a montar la serradura. Usaremos vasitos individuales o un molde grande, lo que más nos guste. Iremos intercalando capas de galletas molidas y de la crema de nata con leche condensada. Para finalizar cubrimos con la yema pastelera. Reservamos en el frigorífico unas horas antes de consumir.
Quizás te gusten estas otras recetas